La creciente urbanización y la diversificación de los modos de transporte han intensificado los desafíos relacionados con la seguridad vial en las ciudades latinoamericanas. En Santiago de Chile, la interacción entre vehículos motorizados y ciclistas generó alarmantes estadísticas de siniestralidad entre 2020 y 2023. Según datos de CONASET, en 2021 se registraron 3.198 accidentes y siniestros de tránsito que involucraron bicicletas, con un saldo de 76 ciclistas fallecidos. La situación es especialmente crítica en la Región Metropolitana, donde se concentró el 33% de los casos y el 26% de las muertes.