Para dar cumplimiento a estas metas se elaboró la Estrategia Climática de Largo Plazo de Chile un instrumento que define lineamientos generales y medidas que se implementarán de manera transversal e integrada. Este documento establece que, al 2035 la totalidad de las nuevas incorporaciones al transporte público urbano serán cero emisiones y, al 2040, los sistemas de transporte público urbano estarán basados 100% en tecnologías cero emisiones en todas las regiones del país.
Esta estrategia no quedó en el papel, el actual gobierno ha consolidado este proceso con la incorporación de más de 3.700 buses eléctricos al sistema RED hasta la fecha, representando aproximadamente el 57% de la flota total, con la ambiciosa meta de superar los 4.400 hacia el primer trimestre de 2026, es decir, el 68% de la flota. Esta continuidad no solo refleja un compromiso transversal, sino que posiciona a Chile como referente regional y mundial en movilidad sustentable, consolidando a Santiago como la ciudad con más buses eléctricos fuera de China.
La incorporación masiva de buses eléctricos ha requerido una transformación profunda en la infraestructura de apoyo, dando paso a una red de electroterminales diseñada para garantizar un suministro eficiente, sostenible y resiliente al cambio climático. Actualmente, el Sistema Red cuenta con 73 terminales de buses, de los cuales 43 son electroterminales estratégicamente ubicados en 15 comunas, facilitando la operación de la flota eléctrica en distintas zonas de la ciudad.
Por otro lado, estos avances han marcado un hito en la reducción de emisiones del transporte público. Según el Sexto Reporte Anual de Emisiones del Sistema RED, elaborado por SECTRA, los buses del Sistema representaron apenas un 3,3% de las emisiones totales de CO₂eq del transporte en la ciudad durante 2023, en contraste con el 90% generado por automóviles y motocicletas. En el caso de contaminantes locales, como el material particulado fino (PM2.5), los buses RED aportaron solo un 3,7%, mientras que los vehículos particulares fueron responsables del 89,3% de estas emisiones.
Esta experiencia ha demostrado que cuando existe una visión compartida, entre gobiernos, academia, sociedad civil y sector privado, las políticas públicas pueden trascender ciclos electorales y transformarse en políticas de Estado. La electromovilidad es hoy una muestra concreta de ello, contribuyendo a que Santiago sea una ciudad más limpia, silenciosa y segura.
El primer informe de electromovilidad de Santiago de Chile, elaborado por el Directorio de Transporte Público Metropolitano, entrega un balance de los avances alcanzados durante estos ocho años. El documento, fuente de los datos presentados en este texto, analiza los impactos económicos, sociales y ambientales de la estrategia. Entre sus principales conclusiones, se destacan la reducción de emisiones y ruidos, la mejora en la percepción ciudadana, del personal de conducción y de mantenimiento, y el avance hacia un sistema de transporte más cómodo, equitativo y accesible.
La electromovilidad es una apuesta por un futuro mejor, una preparación para que Santiago enfrente los desafíos ambientales y para garantizar que más de 7.5 millones de personas puedan acceder a un transporte digno, limpio y moderno, con equidad territorial.
Puedes revisar el informe completo en https://www.dtpm.cl/electromovilidad/
